Anoche te soñé en Manizales, caminando juntos a calavera
El viento silbaba fuerte, los pinos a lado del camino,
Gigantes en guardia de la ruta que emprendíamos.
Silbido en el aire, olor de pino, manifiesto de la infancia.
Modesto es el recuerdo pero más modesta eres tu.
Tina, tu madre en un rancho en las lomas, nuestro dulce destino.
Las brisas de octubre aceleraban el maduro del café
Caminar al caminar entre cafetales y montes tropicales
Una mariposa amarrilla, roja y azul cual su especie no recuerdo,
Colores vivos, paisajes eternos reviven hoy como si pasó ayer.
Lo dulce que emprime el alma,
El amor materno que transforma el ser
Gracias un millón de gracias.
No hay ni habrá cincel que remplace tu creatividad de formar.
Los recuerdos trascienden y acompañan el viaje a continuar.
La noche y la luna testigos de tu modesta lección.